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Globalización e Internet, tecnologías de bajo coste

Globalización e Internet, tecnologías de bajo coste

Globalización, tecnologías de bajo coste y mercados saturados están haciendo que productos y servicios intercambiables sean apenas distinguibles.


Como resultado de ello, las marcas de hoy deben ir más allá de su valor nominal y aprovechar mucho más la profundas emociones subconscientes de los consumidores para ganar el mercado.

El fenómeno de la globalización en la era de Internet: muchas son las ventajas pero también los inconvenientes:

La globalización indica un fenómeno de ampliación progresiva de la esfera de las relaciones sociales hasta un punto que coincide potencialmente con todo el planeta. La globalización se define como un conjunto de fenómenos de gran intensidad a escala mundial, en los ámbitos económico, social, cultural e ideológico.

El rápido crecimiento y difusión de las nuevas tecnologías de la información aplicadas a las telecomunicaciones tanto en las actividades económicas como en la vida cotidiana, son capaces de reducir drásticamente el tiempo, los costes y otros obstáculos técnicos de las comunicaciones a larga distancia. La globalización se refiere principalmente al ámbito económico, aunque los fenómenos generalmente asociados al término no son sólo económicos.


La globalización afecta tanto a las relaciones económicas y financieras como a las comunicaciones y la información

En este ámbito económico y financiero, la globalización es más bien un proceso de integración económica mundial, que implica la eliminación de las barreras jurídicas, económicas y culturales a la circulación de personas, cosas, bienes y personas en general; la ampliación a escala internacional de las oportunidades económicas (oportunidades de inversión, producción, consumo, ahorro, trabajo, etc.), especialmente en relación con las condiciones de acceso al mercado laboral; y la creación de nuevos mercados de bienes y servicios.

En particular, se tiende a nivelar los precios y los costes en las condiciones más ventajosas a escala internacional y se refuerza la interdependencia entre operadores, unidades productivas y sistemas económicos de lugares y países geográficamente distantes.

La globalización puede ofrecer importantes oportunidades de crecimiento económico siempre que se lleve a cabo una reforma del sistema monetario internacional y se reintroduzcan sistemas de regulación de los mercados financieros.

Esta situación ha tomado forma principalmente gracias a la contribución de las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones. A nivel internacional, los nuevos métodos de funcionamiento y las características de los productos y procesos son cada vez más similares, y el comportamiento también tiende a ser homogéneo.

Para afrontar este cambio es necesario, sobre todo para las empresas, adaptarse culturalmente, ya que en un mercado global como el actual el aspecto cultural es esencial. La competencia es cada vez más global y si no se comprende a tiempo la importancia de adaptarse a lo nuevo, se corre el riesgo de quedar excluido del propio mercado.


Habrá que prestar especial atención al cambio de las reglas del juego económico y competitivo

Las empresas mantendrán su papel si saben adaptarse a las innovaciones tecnológicas, especialmente en lo que se refiere a la información, ya que es importante saber utilizar Internet y la telefonía móvil en particular. Estas innovaciones han hecho posible el desarrollo de la sociedad de la información y han permitido al mundo empresarial entrar en una nueva era.

El mundo se está convirtiendo cada vez más en un sistema social único como resultado de la creciente interdependencia que implica a toda la población mundial. En este contexto, la adaptación de las competencias es también un reto importante para la planificación y la gestión del mercado de trabajo, lo que implica importantes cambios en las estructuras organizativas del mismo.

La aceleración de la evolución tecnológica tiene y tendrá un gran impacto en la estructura y el ciclo de vida de las empresas.

El proceso de globalización, a menudo produce homologaciones culturales provocando en algunas realidades sociales o productivas la pérdida de su propia identidad distintiva; las características peculiares de los distintos productos se dispersan. Las nuevas culturas de trabajo tienden a orientarse hacia la consulta.

Se trata de una consecuencia necesaria, casi imprescindible, para poder responder de forma significativa y positiva a los retos de la globalización del mercado, que cada día hace más estrecha la cooperación entre el trabajador y el empresario. Con demasiada frecuencia se confunde la definición de globalización con la de internacionalización.


¿Qué significa la globalización?

La globalización significa algo más amplio que la mera internacionalización, que se refiere simplemente a los vínculos entre diferentes naciones o empresas de distintos países. La globalización, de hecho, manifiesta la presencia de vínculos muy fuertes entre los mercados de todo el mundo.

La globalización empuja, en primer lugar, a las economías individuales hacia la especialización de la producción, la reducción de costes y el consiguiente aumento del ritmo de desarrollo o, en todo caso, del potencial de crecimiento de la economía en su conjunto.

Por tanto, una primera causa de la globalización es la eliminación o reducción de los obstáculos al libre intercambio de mercancías, a la circulación de capitales y factores productivos, así como a las inversiones directas, tanto a nivel internacional general como en el marco de las integraciones regionales y/o provinciales.

Los principales efectos de la globalización en las empresas están representados por la mayor posibilidad de operar simultáneamente en varios mercados, en una gama más amplia de estrategias de inserción de las posibilidades de crear un vínculo entre las experiencias implementadas localmente. Sin embargo, la dimensión exclusivamente local sigue prevaleciendo en gran medida.

La actividad de la empresa está localizada y es contenida tanto en volumen de negocio como en tamaño (número reducido de empleados, estructuras aún no suficientemente desarrolladas). Aunque la mayoría de los empresarios encuestados creen que la globalización de los mercados no puede influir de ninguna manera en su actividad, no siempre es así.

El proceso de creación de nuevas empresas, así como de adaptación o sustitución de las empresas tradicionales, aunque en España vaya muy lento, es la prueba de la forma en que la economía tiende a adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.

Como consecuencia del proceso de globalización, los productos tendrán que adquirir características adecuadas a las demandas de personas con culturas diferentes a las locales, lo que los hará cada vez más similares. Las empresas más innovadoras tendrán que adquirir nuevas formas de distribución y nuevas estrategias de abastecimiento. El impacto de la globalización de los mercados será diferente según los sectores.

Los sectores con acceso a más información (por ejemplo, las actividades de comunicación, las actividades que ofrecen servicios digitales, los sectores de la alimentación, el arte, el mármol, la madera, etc.) tendrán más facilidad para adquirir nuevos modelos de negocio y para transponer la nueva competitividad del mercado y adaptarse más fácilmente. En los sectores en los que la transposición es más difícil, hay muchos obstáculos, como los sectores de la construcción y la fabricación, el impacto de la globalización será quizás más lento y gradual.

En esta difícil etapa, las Autoridades, las distintas instituciones y las Asociaciones de Comerciantes deben dar el apoyo necesario a las empresas para que puedan empezar a adaptarse fácilmente a la nueva legislación.

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